CARLOS GARDEL "UN CANTOR DE LEYENDA"
La predicción poética del renombrado escritor Américo Barrios en la década del 30, en un artículo publicado en Argentina en los años 40.
Que nuevo calificativo grato a la memoria de Carlos Gardel.
Podría decirse ahora que todo ha sido dicho ya, su trascendencia popular, su significación en el amor del pueblo, su gravitación en nuestro cancionero, el valor de su voz subyugante y la jerarquía internacional que le dió al "Tango"en su andariega misión de embajador lírico.
Del éxito clamoroso en todos los paises que lo escucharon y lo admiraron:
Hay glorias efímeras, hay triunfos espectaculares que ascienden, brillan y desaparecen, hay nombres que pasan como un relámpago y se van... Yo intuyo que a medida que transcurra el tiempo la realidad de Carlos Gardel, como las piedras acariciadas por los ríos se ira desdibujando en el cariño entrañable de las futuras generaciones que habran heredado el amor al ídolo de sus progenitores y será convertida en una leyenda en algo de magia sobrenatural.
No es una audacia predecirlo, es una posibilidad que se realizará.
Llegará un día, cuando nosotros ya no vivamos...en el que se hablará de Carlos Gardel con ese deslumbramiento con que los griegos hablaban de sus héroes mitológicos.
Todo se une en torno a Carlos Gardel para que su hechizante recuerdo vaya dejando poco a poco su residencia terrena y ascienda a las cumbres a las que llegan solamente los poetas para cantar a los seres que sobreviven a todas las muertes.
Alentada su vida sobrenatural por la idolatría de los hombres, fué el máximo intérprete de la canción de su pueblo siendo el prototipo de la amistad.
Fue generoso hasta ser ingrato consigo mismo, fué de humilde origen como los héroes que más aman su pueblo.
Fué admirado por hombres y amado por la mujeres.
Con cualquiera de una de sus virtudes Carlos Gardel, podría entrar en la leyenda.
La inmortalidad de su nombre no dependerá de los grandes, dependerá de las clases humildes que son las que otorgan los espaldarazos que reclamaban los semidioses de la antiguedad.
He oido decir a una anciana de barrio: Carlitos Gardel cantaba como un Zorzal.!
He oidor decir a un obrero: Gardel cantaba como un Ángel.
He oido decir con una convicción impresionante: nadie jamás cantará como cantaba él.
Pájaro, Ángel, superioridad inigualable, ya son referencias de los sobrenatural.
Conozco las chozas pobres, conozco las viviendas de los desiertos de Santiago del Estero, conozco el conventillo de Buenos Aires..y en cada casa como una estrella iluminando una habitación he visto la fotografía de Carlos Gardel, a veces de un tamaño descomunal expuesta a la mirada tierna y respetuosa de las gentes del pueblo. Podría darse el caso de que surgiera un cantor que podría haber competido con Carlos Gardel, si este viniera, pero que no podria competir con su recuerdo legendario.
Siempre será el principe de los cantores, un ídolo amasado por el pueblo que es fiel a los amores que no lo defraudaron. Continuará sosteniendo y propagando el culto al más grande de los juglares, esto en el caso problemático de que aparenciera otra voz como la de él.
Pero no aparecerá... cada ser es único, ya estan cerradas las puertas de oro de este templo profano en el que cabe solamente un idolo y en cada uno de ellos que ya pertenece a la leyenda.
Articulo de Américo Barrios
Adjuntamos nota de la época publicada en 1948 - (Descargar para ampliar)
El autor, escribe su artículo a finales de de la década del 30 y a posterior es publicado en 1948. Aquí vemos que el escritor en el pasado, predice a Calos Gardel, la leyenda hecha realidad hoy.
AMÉRICO BARRIOS : Era su seudónimo, se llamaba Luis Maria Albamonte, fué un renombrado escritor de la época, destacado por sus narraciones llenas de emoción que reflejaba a pleno en los sentires del pueblo argentino. En 1939, comienza a tener un sueldo fijo como redactor en el diario " El Sol". Natalio Botana lo llamó para integrarse en la sección deportiva de "Crítica" Luis María Albamonte (1911-1982) escribía con el seudónimo de “Américo Barrios”. Renombrado escritor de la época, por sus narraciones llenas de emoción, que reflejaban a pleno, los sentires del pueblo argentino. Comienza a tener un sueldo fijo en 1939 como redactor del diario “El Sol”. Con un grupo de periodistas y algunos jugadores de fútbol comentaba las incidencias de un partido pero aportando una novedad fundamental: lo hacía desde el punto de vista de las reacciones que esas incidencias producían en el público.
Natalio Botana lo llamó para integrarse a la sección deportiva de “Crítica” y así nació Américo Barrios, seudónimo que adquirió con enorme popularidad. “Américo dijo una vez:remite a una totalidad, que es América. Barrios, a la expresión más típica y particular de lo popular”. Esa síntesis ideal resultó de otros dos seudónimos con los que firmaba en revistas porteñas: Américo Lobos y Juan de los Barrios.
Publicó 12 obras, algunas de las cuales recibieron las más altas distinciones que otorgaba la República, como ser el Primer Premio Nacional de Literatura. Sus cuentos merecieron elogios de la crítica especializada. El estilo elaborado del periodista-escritor en algún momento marcó el rumbo de un sector de la nueva literatura argentina.
A fines de 1940 sus comentarios futbolísticos ganaron la primera página de “Crítica”, acompañados por su foto. Ingresó también a la agencia noticiosa United Press, donde creo el prototipo del “Reporter Esso”.
En 1941 escribe sus columnas deportivas para el vespertino “La Razón”. Formó parte de la gerencia de la agencia de publicidad Berg y Cía e hizo campañas inolvidables como “Ojalá que sea la hoja”. En 1943 empezó a trasmitir sus notas de fútbol por radio “El Mundo”. La llegada del peronismo a la realidad político-social argentina, lo encuentra encolumnado detrás de sus banderas históricas. Dirá sobre el mismo: “Había llegado la doctrina nacional tan ansiada en todos mis libros”. Es director de los diarios peronistas “Democracia” y “El Laborista”. En septiembre de 1951 se desempeña como Secretario General del Primer Congreso Nacional de Periodistas. Dos años más tarde, retomando su labor literaria publica un libro de cuentos, “El viajero hechizado” con el que logra el primer Premio Nacional de Literatura. A posterior se dedica a escribir en su tiempo para la política. Américo Barrios - Fuentes por Emartinchuk
Nota graficada - .CGEmprendimientos
Gardel SigloXX -Educando Cultura.
Saide Abdalá.
Muestra Cultural Itinerante. Sitio: www.volveragardel.com.ar
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