miércoles, 15 de junio de 2022

 GARDEL Y EL TURF.

 Por Haydeé Margarita Sosa.

              

Criada entre pura sangre y trabajadores de esta actividad que dieron en llamar “el deporte de los reyes”, jamás me pude sustraer a ese inmenso cariño que le dispensaban al mayor cantor popular de todos los tiempos, todos los que conformaban ese ambiente, propietarios, vareadores, cuidadores, jockeys, etc.

Para certificar mi pertenencia a ese singular espacio bastaría citar acaso a mi tío abuelo Justo Sosa que fue sereno de noche del stud “Yeruá” de Lomas de San Isidro y de mi padre también vinculado al medio en un establecimiento afín. Ambos solían reunirse en una ronda de mates en aquella casa de la calle Von Wernicke 60, casi esquina Diego Carman y acaso esa familiaridad con el lugar haya sido motivo más que válido para asegurar su presencia en aquella jornada de despedida al “Zorzal”, el 5 de noviembre de 1933 en la antevíspera de la gira de la que nunca regresaría.

                                                 Stud Yeruá en Boulogne.

Esa propiedad otrora de Francisco Maschio que recibiera el mismo nombre del stud que ya poseía en la calle Olleros de la metrópoli porteña quedó para siempre grabada en mi memoria y siempre me asaltó la inquietud de que el sitio no pasara inadvertido para el resto de los vecinos. En consecuencia, cierto día me apersoné a los actuales propietarios del lugar, la firma Urruti y asociados, dedicada a la actividad inmobiliaria, para anoticiarlos del ilustre visitante que alguna vez tuviera la finca y plantearle la posibilidad de recordarlo para los tiempos. La charla prosperó y el 24 de junio de 2008 se descubrió la placa que instala paralos tiempos la presencia de Carlos Gardel en esta porción del terruño lugareño.

Entrando ya en profundidad al tema que nos incumbe quizá se pueda tomar la posible primera referencia que se tenga de Gardel con algún hipódromo el 30 de enero de 1913. Fecha ésta en que su madre Berthe Gardés se apersona en una dependencia policial para denunciar la desaparición de su hijo, Carlos Gardés, de nacionalidad francesa y 22 años de edad, entre otros datos de filiación. Horas más tarde de producido este hecho es la misma Doña Berta que pasa a retirar la denuncia, su hijo había retornado de su visita al Hipódromo de Longchamp…

Sería interminable querer detallar cada uno de los vínculos ciertos entre Gardel y el turf, acaso me conformaría en destacar los más salientes como por ejemplo cuando conoce a quienes con el tiempo serían sus dilectos amigos Irineo Leguisamo y Francisco Maschio. Cuentan los que saben que el fortuito encuentro se produjo en el Hipódromo de Maroñas de Montevideo cuando corría el año 1921. De allí en más comenzó a gestarse una amistad que se vería robustecida con el tiempo. Demás está decir que cuando el “Morocho” decide formalizar su presencia efectiva en el medio turfístico con caballos de su propiedad el consultor obligado es Francisco Maschio y la monta preferida de sus caballos Irineo Leguisamo. Gardel fue propietario de los studs Las guitarras y Gardel C. El primer animal y a la postre el más trascendente adquirido por Gardel fue Lunático nacido el 25 de septiembre de 1922 en el haras “Ojo de agua”. Era hijo de Saint Emilión y “Golden Moon”. La operación se hizo en cinco mil pesos de los cuales dos mil se abonaron al contado y el resto se iba amortizando con los resultados. Desde el 26 de abril de 1925 en que hace su primera incursión en la arena hasta el 9 de mayo de 1929 en que se produce su retiro definitivo le produjo a su propietario $ 72.450 en dividendos. Se afirma que con lo obtenido por alguno de esos resultados favorables Gardel adquiere en 1929 la casa de Jean Jaurés 735 para obsequiarle a su madre.

Los hijos de Lunático fueron “Reviro” y “Mala entraña” que no alcanzaron demasiada relevancia. A lo largo de sus presencias Lunático obtuvo 10 triunfos, 6 segundos puestos, 8 terceros, 6 cuartos, 1 quinto y sin figuración alguna en 5 carreras. Quizá la alegría más grande en cuanto a sport se refiere se dio el 20 de febrero de 1927 cuando con un Leguisamo inspirado llegó victorioso a la meta, sobre los 2,800 metros que establecía la prueba, aventajando al segundo por tres cuartos cuerpos. Pagó $ 31,70 a ganador y $ 10,65 a placé. El último triunfo que obtendría Lunático sería también sobre una distancia de 2.800 metros, el 25 de diciembre de aquel 1927 y con la monta del “Pulpo”.

Además de Lunático, Carlos Gardel fue dueño de otros caballos, “La Pastora”, “Amargura”, “Cancionero”, “Theresa” “Explotó”, “Mocoroa” y “Guitarrista” que no alcanzaron a trascender.

Mejor suerte con los caballos sin duda tuvo José Razzano que con “Montecristo” se adjudicó varios grandes premios.

Los jockeys que supieron montar los caballos de Gardel además del citado Leguisamo fueron en ocasiones Justino Batista, José Canal, Pedro Costa, Carlos Ferragut, Félix Rodríguez y Emilio Ruiz.




Entre las cosas que dejó pendientes el “Zorzal” referidas al turf pueden citarse el agasajo a Irineo Leguisamo y Francisco Maschio producido el 19 de diciembre de 1932 en el Armenonville por haber ganado la triple corona y ser los virtuales ganadores de las estadísticas en carácter de jockey y cuidador respectivamente. Por entonces el “Morocho” estaba regresando de Europa donde había sido requerido por compromisos profesionales y en su representación concurrió su apoderado Armando Defino.

También merece citarse aquella promesa de concurrir a la inauguración del circo hípico local, el coqueto estadio orgullo de los sanisidrenses, hecho producido el 8 de diciembre de 1935, obviamente truncado por la tragedia de Medellín.

Y por último, frustrado por la misma causa que la citada anteriormente, la filmación de la película El caballo del pueblo que lo contaría como protagonista. El film finalmente se estrenó el 15 de agosto de 1935, lo dirigió Manuel Romero y tuvo por protagonista a otro vecino de este pueblo, Juan Carlos Thorry que vivía en la calle Washington de la actual ciudad de Beccar.

Este sea acaso solo un esbozo de una temática tan rica como “Gardel y el turf”. Sería necesario mucho más tiempo para hacer una exposición más completa, no obstante, esto quiso ser este el establecimiento de un vínculo entre los pingos desatados en una infernal carrera conducidos por jinetes de chaquetillas de colores vistosos, una multitud desaforada que impulsa a la victoria y el más grande cantor popular de todos los tiempos.


Haydeé Margarita Sosa: De Martínez. Egresó como licenciada en la primer promoción de la Universidad del Tango. Fue Socia fundadora del Centro Cultural del Tango Zona Norte, Academia Correspondiente de la Academia Nacional del Tango, entidad de la que ostenta el N° 2 de asociada y en la que desempeñó diversos cargos en su Comisión Directiva, entre ellos prosecretaria y vocal en diferentes períodos. Escribe poemas y letras de canciones teniendo registradas en SADAIC varias de ellas que llevan músicas de Tito Ferrari. En varias oportunidades le tocó llevar adelante charlas que supo desarrollar con singular solvencia en jornadas culturales de la muestra “Dos por cuatro, por dos en grises”, ”Gardel y el turf. Fue amiga personal de Roberto Rufino y su esposa Perla Lorenzo, ambos fallecidos, con los que compartió innumerables eventos dedicados al tango.

 

GARDEL SIGLO XX  -  EDUCANDO CULTURA.

Sitio web: http://www.volveragardel.com.ar.

Email: tributoagardelsigloxx@gmail.com

Saide Abdalá - Difusora Cultural - Productora - Medios/ Prensa.

CGEmprendimientos.


 

 

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