GARDEL ANTES DE CANTAR "ENCANTABA"
Aquel beso que estremeció a Gardel..!
Paris 1929.
Una nota exclusiva del autor Carlos César Lenzi para CANTANDO 1960.
Recordaba Carlos Lenzi:
Cuando Carlos Gardel aquella noche en el Florida interpretó la canción del éxito del momento.
"Parle moi d´amour"de Lucienne Boyer.
De como cantaba estupendamente en Francés, recuerda...
Y la exquisita cantante que era su creadora y que estaba en la primera fila oyendo a Gardel aquella noche.
Lucienne Boyer se levantó de la mesa y frenética le estampó a Gardel un beso en la boca que le hizo sangrar las arterias de todos sus barrios porteños.
Lucienne, bellísima!,
Estaba acompañada por el ilustre actor Sacha Guitry, que según parece siguió con su reloj cronómetro la duración del beso.
Según él ....¡ cinco minutos y medio!...
El público aplaudía y exigía otra.
Y allí fuí yo quién se puso a temblar cuando escuchó en labios de Gardel los primeros versos de mi tango.
"Corrientes 348, segundo piso ascensor, no hay porteros ni vecino...."
Yo sudaba sangre y miel de satisfacción, Paris, Gardel, "A media luz"... Noche de Reyes!
Eran demasiadas emociones para una primera noche! y la gente seguía aplaudiendo...!
El MÁXIMO.
El " Máximo", como yo lo llamaba a Carlitos.
Me subrayaba con esa sonrisa suya no parecida a la de nadie, porque había en ella simpatía. frescura de alma y cierta tristeza que nace en la profundidad del ser sensiblemente emotivo.
GARDEL ANTES DE CANTAR, "ENCANTABA"
Prosigue Carlos Lenzi...
Cuando terminó su actuación, pasé a saludarlo al camarin, allí estaba el cantor riendo, charlando, rodeado de personalidades, de amigos, de admiradoras.
Un núcleo de argentinos..! Pizarro, Bianco, Bachicha, entre muchos su empresario europeo Don Luis Pierotti, un caballero que fué luego mi gran amigo y que dos años después invitados por Gardel en su magnífica residencia en la Costa Azul, en Niza, pasamos los tres una temporada de veraneo inolvidable.
Pero quiero alejarme cronológicamente en el tiempo.
Tengo tantas cosas que contar de esos años enFrancia con Gardel
Para seguir el relato de esa Noche de Reyes en Paris donde conocí a Carlos Gardel.
Y digo conocí, porque a veces en la vida saludamos,charlamos, hacemos negocios con muchas personas, pero no las conocemos nunca.
Y un día por obra del destino se dá el juego en que a esa misma persona la conocemos definitivamente. Para bién o para mal.
Aclaro: conocer es profundizar, apreciar, marcar una amistad con todas sus satisfacciones y sus sacrificios, entrar en el recinto interior de las confidencias y el respeto mutuo.
jer" decimos muchas veces, " He vivido diez años con ella..."¡ y un buen día tenemos una sorpresa porque en realidad no la conocemos nunca...! a pesar de que ya me lo habían presentado en el Buenos Aires de la calle Corrientes cuando era angosta pantalón del 900 y se paseaba Pepita Avellaneda y el Payo Roqué daba "categoría" a la calle Florida y también había participado en las ruedas del viejo café "Tupi" de Montevideo, en las que tallaban Gardel, Razzano, Contursi y Matos Rodríguez. Noches pintorescas en aquel café con toreros jubilados y actores sin contratos, tertulias hasta el amanecer " del puchero del Jauja"...a pesar de todo, recién Gardel y yo entramos en amistad a partir de esa noche en Paris.
EL COLEGA VENIDO A MENOS
Eran ya las cuatro de la mañana cuando salimos a la calle.
Gardel y la bella Lucienne Boyer con esa fina habilidad de la mujercita francesa hizo una martingala ingeniosa y " despachó" al turbulento y celoso don Sacha, don Luis Pierotti, Pablo Evans un chileno de la Embajada el " Emperador Paul Santos y dos damas, una irlandesa y otra hungara que se unieron a nosotros, y que nunca pudimos saber exactamente ni quienes eran ni como se llamaban...
¡Mariposas preciosas alrededor de la luz!.... hoy será viejas abuelitas, pero recordarán como yo lo recuerdo....
¡Aquella noche de los reyes Magos en Paris!
Donde fuimos?
Sería mejor preguntar a donde no fuimos, porque recorrimos a la luz mortesina de la mañana naciente.
Cabarets, bares, plazas llenas de recuerdos y de historia de Francia.
Lucienne, quería festejar aquella noche con Gardel, y no sé hasta que hora de la felicidad se prolongó el dúo Boyer - Gardel, pues Carlos era muy discreto y cuando algún pajarón averiguador de los que abundaban por aquellos tiempos le palmeaba la espalda diciendo:
¡Usted, debe tener una conquista bárbara, mi amigo!!!
El desplegaba su sonrisa y se ponía entonar, por lo bajo irónicamente decía Gardel:
Tiene muy lindo color la mariposa liviana...!
Algunas noches después cenamos juntos en el restaurant " La Tour d´Argent" (co algunos argentinos) cuando nos quedamos solos, "nos fuimos a desplumar un papagayo", como decía Verlaine cuando se bebía una copa de ajenjo verde.
Charlamos de muchas cosas.
Proyectos, muchos proyectos....
Había en Gardel una inquietud lenta en apariencia, pero firme y segura de su temperamento.
De pronto su rostro se entristecía.
Era en el fondo un melancólico, y recordaba a su madre a sus amigos lejanos a su pasado.
Y como siempre, sus emociones se traslucían en poesía, se canalizaba cantando:
" Mi Buenos Aires Querido"....
Se producía entonces un silencio , empezábamos a caminar, le gustaba caminar entre la plaza de Ternes y el Arco de Triunfo.
Una noche nevada, y seguíamos marchando inmutable bajo los copos de algodón. De pronto en una esquina bajo la pálida luz de un farol a gas nos detuvo la voz de un acordeón. Miramos, casi en arapos un viejo tocaba un aire nostálgico de los barrios de Menilmontand. "Tenía los ojos rojos y las manos azules de frío"
Gardel, la mano siempre abierta, y el corazón en ella!! le dió unos francos.
Eran tantos que el viejo se puso de pie y le dió u beso a Gardel.
Caray dijo Gardel! prefiero el beso de Lucienne!
Era el contraste de la vida.
En una parte el lujo, la alegría del Paris suntuoso y nocturno.
en la calle, bajo el farol a gas, en la nevada noche de invierno, el pobre músico que canta sin dientes para ganarse un pan que ya.... no tiene ganas de comer..!
Carlos se detuvo todavía un instante y con las dos manos apoyadas en la cintura lo miró con ternura.
Luego me dijo a mí con mucha sinceridad una frase que nunca olvidaré...
Es un colega!
Ese era mi amigo Carlos Gardel humano!
GARDEL SIGLO XX - EDUCANDO CULTURA.
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Saide Abdalá - Difusora Cultural - Productora - Medios/ Prensa.
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